Épica dejo cautivado a sus fanáticos por el show en línea, que presentó el pasado 12 de junio.
La banda holandesa de metal sinfónico, brindó un espectáculo de alta calidad en la nueva modalidad de conciertos en línea, bajo el apoyo de la casa disquera Nuclear Blast.
Con un Omega elogiado por medios especializados, lanzado en marzo en pleno proceso pandémico, este disco se convirtió en uno de los favoritos por la fanaticada.
En abril, a través de sus redes la banda anunció un espectáculo vía streaming, creando una gran expectativa para los epicans (fans de la banda). Para sorpresa de todos, la banda cumplió con lo prometido, un show que quedará para la posteridad de la historia musical.
La Ωvertura comenzó con el rodaje de una niña despertando entre un mar de raíces que sobresalen de su cama, siendo antesala al corte Abbys of Time - Countdown to SIngularity, The Skeleton Key, acentuando la inspiración de las pesadillas creadas por la banda sonora de Danny Elfman. Con un inicio enérgico en medio de pirotecnia y coros infantiles, fue como aconteció la primera parte del evento.
Continúa la historia de nuestra protagonista, quién se encuentra en medio del laberinto formado por las ramas, por una doncella representada por Simone Simmons en Magnituda. Acto seguido, suenan The Obssesive Devotion, In All Conscience, Victims of Contingency. El escenario se engalana con el atuendo de Simmons y el virtuosismo de la dupla Jansen y Delahaye, retornando a los escenarios después de 18 meses de confinamiento a través de una lluvia plateada.
Elysia, llegó con una puerta a la luz que apertura un nuevo escenario, con el estandarte del símbolo Aum (uno de los mantras sagrados de las religiones dhármicas) para dar paso a las piezas Kingdom of Heaven y Kingdom of Heaven (Part 3). En medio del espectáculo de los holandeses, la pirotecnia se hace presente y tres acróbatas apostadas sobre el candelabro, balanceando ardientes bastones. El ardiente show llegó a manos del solo de Cohen detrás de su piano en esta última canción.
Nos acercamos al penúltimo acto que es Gravita, continuamos en el viaje del conocimiento para nuestra infante, acercándose a diferentes símbolos que se desvanecen al momento de tocarlos. Y proseguimos con una Simone Simmons cercada en una media luna por diferentes coristas, en la versión acapella de River. Al termino de este tema, la cantante se postra en medio de un círculo de fuego para deleitarnos con su melodiosa voz en Once Upon a Nightmare.
Finalmente, llegamos al último capitulo conocido como Alpha & Omega. Aquí nuestra protagonista encuentra la salida del laberinto y vuelve a su realidad de raíces rodeando su cama.
Para este acto, la banda deja el último respiro y con mucha energía retumba Freedom – The Wolves Within, para dar paso al himno Cry for the Moon. Para estos instantes, la banda agradece a los espectadores virtuales a través de un recorrido por sus shows presenciales.
Beyond the Matrix y Omega cierran el recital. Estandartes, pirotecnia, acróbatas y todos los infantes coristas, se hacen presente para finalizar el concierto virtual de los holandeses. Con un público satisfecho detrás de sus pantallas, algunos posteando en sus redes sociales la impresión que les dejó este evento.
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